La espasticidad es un signo clínico frecuente en personas con enfermedades neurológicas que afecta a la movilidad y causa graves complicaciones: dolor, limitación articular, contracturas y úlceras por presión, que conllevan una afectación significativa de la funcionalidad del individuo y de su calidad de vida.1
Espasticidad post-ictus
Tras un accidente cerebrovascular, ciertos pacientes pueden desarrollar espasticidad en las manos, muñecas, brazos o incluso en las piernas.2
Como consecuencia de ello, los músculos se quedan “contraídos”, lo que puede ocasionar dolor, limitar la movilidad y afectar de forma importante a la capacidad de los pacientes de realizar actividades cotidianas como vestirse y ocuparse de su aseo personal.1 Cada año, más de 110.000 personas sufren un accidente cerebrovascular en España3 y 4 de cada 10 pacientes arrastrarán algún grado de espasticidad.1
Dependiendo de las características de la lesión cerebral, el cuadro espástico se manifiesta con patrones típicos en extremidades superiores e inferiores, cada una con músculos específicos, afectando principalmente al codo (79%), muñeca (66%) y tobillo (66%).4
Espasticidad de miembro superior
Un 79% y un 66% de los enfermos que tienen espasticidad post-ictus, tienen afectados el codo y la muñeca, respectivamente.5 Algunas posturas características de un paciente que padece espasticidad pueden ser un puño cerrado, la muñeca flexionada, el codo doblado o el brazo apretado contra el tórax.5
Espasticidad de miembro inferior
Aproximadamente, el 66% de los enfermos con espasticidad post-ictus tienen afectado el tobillo.6 Algunas posturas características de la espasticidad de miembro inferior son la rodilla en flexión o el pie equinovaro.7
Espasticidad del pie equino en niños con parálisis cerebral
La parálisis cerebral8 infantil son una serie de trastornos del control motor que producen anormalidades de la postura, tono muscular y coordinación motora que pueden ir acompañados frecuentemente de otros trastornos (sensitivos, cognitivos, lenguaje, perceptivos, conducta, epilepsia, musculoesquéleticos) cuya existencia o no, condicionará de manera importante el pronóstico individual de estos niños. Puede estar motivada por una anomalía congénita (ocurre antes del final del período neonatal) o adquirida, si ocurre después (menos frecuente).
Cada niño con parálisis cerebral está afectado de manera diferente, pudiendo variar las dificultades para controlar el movimiento, el equilibrio o la postura desde apenas apreciable a muy evidente. La parálisis cerebral es una enfermedad permanente, aunque, en los casos leves y transitorios tiende a mejorar.
En el mundo industrializado, la incidencia de parálisis cerebral es aproximadamente de 2-2.5 casos por cada 1.000 nacidos vivos.
La importancia de la rehabilitación en la espasticidad
El control precoz de la espasticidad ayuda a mejorar la funcionalidad de las extremidades, reduce la discapacidad, y mejora la calidad de vida mediante la reducción del dolor y el alivio de la carga del cuidador. Por ello, su abordaje temprano podría tener un impacto positivo en la evolución de la espasticidad y de la recuperación funcional del paciente. Aquí el papel del médico rehabilitador es fundamental para determinar el tratamiento a seguir.9
Este especialista es el “director de orquesta” clave para tratar la enfermedad de forma efectiva. Es importante acudir a las visitas programadas y mantener una comunicación fluida entre el médico, el personal sanitario, el paciente y el cuidador. El abordaje de la espasticidad debe ser individualizado y adaptado a cada caso, con unos objetivos realistas consensuados entre el médico, el paciente, sus familiares y el cuidador.9
Es por ello que hemos lanzado la campaña #NoPuedesDejarloPasar, habla con tu médico, puesta en marcha por la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) y en la que hemos colaborado junto con la Fundación Freno al ICTUS. La campaña busca informar y concienciar sobre la importancia de los médicos rehabilitadores para tratar las secuelas de un ictus, entre las que destaca la espasticidad.